martes, 17 de julio de 2012

Limpieza vacacional


Día de limpieza, una vez más. Esta vez, lejos de Murcia, a casi 900 km de distancia al noroeste. Ahora empiezan las vacaciones, y con ellas la vuelta a Asturias. Lejos queda ya la limpieza del Campus, y comienza la búsqueda y captura de todo tipo de plásticos, papeles y vidrios entre los matorrales y cuestas. La verdad es que es que en Murcia no me pinchaba tanto ni me hortigaba recogiendo basura; aquí sufro más.





Al fondo Lantero
 

Pues hoy ha tocado limpieza de plásticos, latas, bricks, etc. Otro día será dedicado para el papel, cartón y vidrio. La ausencia de Irene se nota; yo solo hago mucho menos...

La zona de recogida(de las fotos) ha sido toda la cuesta que lleva desde El Entrego hasta Lantero, Cuenca del Nalón, Asturias. No me esperaba que hubiese tanta porquería, la verdad.





Al principio fotografié alguna cosilla, pero luego, ante tanta basura, decidí que no me salía rentable hacer tantas fotos.
Crecen botellas en los matorrales
Cultivo de Oreo















Y aquí unas fotos de la bolsa que llené. Cuando pasas caminando ves alguna que otra botella o bolsa grande, pero cuando te pones a buscar y te fijas acabas viendo de todo y a cada paso que das. Al final esos plásticos han tenido un final feliz.








Si la gente que sale a beber supiese divertirse con un poco de cerebro(que no estaría de más) no habría tantas manchas en el planeta. Espacios naturales, nuestro propio hogar, llenos de basura por la irresponsabilidad de una mayoría aplastante. Es una pena que tengamos que cargar con esta herencia las personas que sabemos vivir sin el perjuicio de otros.
Me hace gracia cuando la gente me mira con cara rara y piensa que estoy pasado de la cabeza, que no es normal salir a recoger basura...¿Y es normal tirarla?




viernes, 22 de junio de 2012

Tercera recogida

Con este calor y este sol hay más riesgos de incendios por dejar botellas de vidrio en el campo...Nosotros intentamos colaborar evitándolo en la medida de lo posible...Lo que cuatro manos humildemente pueden llegar a hacer...









Si no fuesen sólo 4 manos...




Parecía que crecían latas de los árboles...Cada árbol tenía, al menos, una lata al lado...Algunas recién usadas (llenas de bebida), otras ya oxidadas...Nos encontramos de todo un poco.

Incluso podríamos haber parado a comer si hubiésemos querido: una barra de pan entera, un café de una merienda descuidada, restos de la comida del otro día...¡Una gran variedad de productos que ni un buffet libre de cinco estrellas, amigos!



Lo que debería ser, en un principio, una ruta de senderismo para echar un paseo a media tarde se ha convertido en lo que ven: un estercolero.

Mientras tanto, a 20 metros la gente se toma un café alegremente en la terraza de una de las facultades del Campus. Otro café más que acabará 20 metros más abajo. Sin embargo, las risas del ambiente no cesan...










Y esta fue una parte del resultado final. Otras veces recogimos mucho más, sin embargo disponíamos de más tiempo para dedicarlo a ello...Pero cualquier cosa que se haga, por pequeña que parezca, ayudará en un futuro no tan lejano.





martes, 24 de abril de 2012

Hoy es otro día...

Hoy es otro día, uno más. Para la mayoría de la gente algo tan simple. Para nuestro planeta, una nueva esperanza de renacer.

Firmes en nuestra idea de hacerlo realidad.

martes, 1 de noviembre de 2011

Continuamos reciclando :)

La gente tiene una idea muy deformada de la realidad. La juventud está infravalorada. Y es de este modo cómo demostramos que aún hay esperanza entre la gente joven, que no todo es desfase y diversión. Hay gente diferente, y aquí está la prueba. No podemos hacernos responsables de los actos de los demás, pero sí podemos cambiar los nuestros y hacer que mejoren las cosas.
Podemos hacer que esto sea diferente.

Facultad de Veterinaria de Murcia

miércoles, 19 de octubre de 2011

Limpiando el Campus

Cuando el ser humano inventó por primera vez, limpió. Limpió una superficie abstracta llamada mente del polvo que suponía esforzarse, el polvo que ensuciaba una cabeza que se cansaba de luchar por sobrevivir en un mundo en el que estaba en desventaja física frente al resto de predadores. Se fue barriendo así el sufrir del día a día, facilitando su camino. Una limpieza personal comenzaba...

Campus Murcia

Campus de Espinardo (Murcia)



Cuando el ser humano inventó por segunda vez, ensució. Continuó limpiando su propia senda de obstáculos, pero empezó a ensuciar el ambiente que lo había criado y que había ido dejando atrás. Lo contaminó, pues al prosperar con un nuevo artilugio, desechó el que había creado anteriormente; de nada le servía ya. Una limpieza personal comenzaba, y un contaminante tras sus pies.

Así siguió el ser humano inventando, y con tales inventos continuó desechando los anteriores y dejando su rastro tras de sí. Poco a poco se iba distanciando cada vez más de su tierra natal para inventarse su propio nicho ecológico. Algún día ese lugar se vería también obligado a desecharse ante la presencia de una nueva creación humana. Algún día su propio hábitat se convertiría en su basura, una basura que ocupaba un espacio físico finito.

Al tiempo que inventaba, se iba cansando más y más de pensar. Nada le contentaba, todo le aburría, y las ideas se agotaban. Entonces, inmerso en sus cansados pensamientos, reflexionó, y llegó a la errónea conclusión de que todo lo que había construido era símbolo de un gran progreso, de un gran mérito que sólo a él pertenecía. ¿Por qué tenían que disfrutar los demás humanos de sus logros? Inventó así la avaricia, la avaricia del hombre.

El siguiente paso iba a ser ponerle un valor a lo creado para que otros no lo obtubiesen sin antes pagar bien por ello. Así sería más “justo” para todos: “Yo he gastado tiempo y sudor para vivir mejor. Si queréis disfrutar de mis progresos dadme algo a cambio, o pudríos por ahí. De nada me interesáis si sólo queréis beber de mis beneficios sin hacer nada por mi. Todos sois unos vagos, y yo he sido el portador de la suerte, yo soy vuestro rey. Alabadme por mis posesiones; yo os lo agradezco, ¡pero pagadme!”(comienza aquí la adicción por el poder y el sentimiento de superioridad).
A los otros humanos, en su inocencia e ignorancia, dicha idea les pareció bien (y a los que no, tragaron el primer veneno del ciego por ignorancia, que no por enfermedad): “Como no hemos inventado, es justo dar algo a cambio”. Pero, ¿qué le puedes dar al que ya lo tiene todo? Lo más drástico y eficaz sería darle fuego para que se baje de la nube de las riquezas. Quizás sea hora de inventar el dinero...

Y el tiempo se fue consumiendo, al igual que toda la materia que la vida aportaba y que el ser humano utilizaba para sus inventos. A la par, sus desechos se amontonaban a su espalda. Había construido un sendero brillante y limpio, lleno de facilidades, pero en los bordes del camino la basura ejercía presión, deseosa de caer dentro del espacio vacío que ocupaba éste y de dejar el suelo a un nivel equilibrado. Y toda ella se derrumbó, sepultando la tierra que marcaba la línea de la historia del inventor.



Y el tiempo se fue consumiendo, al igual que toda la materia que la vida aportaba y que el ser humano utilizaba para sus inventos. A la par, sus desechos se amontonaban a su espalda. Había construido un sendero brillante y limpio, lleno de facilidades, pero en los bordes del camino la basura ejercía presión, deseosa de caer dentro del espacio vacío que ocupaba éste y de dejar el suelo a un nivel equilibrado. Y toda ella se derrumbó, sepultando la tierra que marcaba la línea de la historia del inventor.

Como el mal padre, el hombre alargó su vida para acortar la de sus hijos. Y sus hijos buscan ahora el sendero que los guía hasta su lugar de nacimiento. Su cuna quedó lejos, mas los desechos derrumbados convierten el camino de vuelta en un enrevesado laberinto. Para encontrar la ruta que los llevará de vuelta a casa, al origen de su existir, los hijos bastardos tienen que limpiar con sus manos la senda de los inventos olvidados.

Nosotros recogiendo basura

Recolección primer día

Recolección primer día